"¡Corred!, dadle el apoyo, con ééééééééééél!", se oía a pie de campo mientras una mole de más de cien kilos rompía la línea del XV rival, y justo en el punto de inicio de su carrera, esos gritos de un individuo que hace las veces de apertura, entrenador, preparador físico y dirigente, alienta al resto de sus jugadores a seguir al compañero que va camino de la zona de ensayo contraria.
Esta mañana me he despertado con la noticia de que Francisco de la Cruz, Paco, no seguirá al frente del Club Rugby A Palos. Sin averiguar aún los motivos de la marcha, si me hace aquejo de una pequeña mueca de disgusto, como cuando pateaba a palos teniendo uno de los mejores ratios de acierto de la categoría y, de manera inentendible, el oval no pasaba entre la "H" gigante. Pero, tal y como hice en cada una de esas ocasiones, también aplaudiré en esta para animarlo a continuar en tal decisión.
Paco ha sido un técnico salomónico casi en la mayoría de sus decisiones, y bien lo sabe mi fugaz paso por el rugby, pues por muy bien que lo hicieras en el campo, si no estabas en los entrenamientos, veías tus minutos reducidos considerablemente. Sé que esta pasada temporada no ha sido nada fácil por tener que adaptarse a nuevos acontecimientos, como compaginar estudios con la labor del equipo, reconfigurar un bloque con muchas altas y bajas y todo ello para seguir haciendo que el rugby de Cuenca sea competitivo en el levante español.
Su incisiva persistencia a que cumpliéramos con técnicas y acciones básicas en el juego nos ayudó a ser campeones de tercera. No éramos los más grandes o los más rápidos, ni los más fuertes, tampoco los más pesados por mucha comida y cerveza que engulléramos en los terceros tiempos. No teníamos habilidades extraordinarias más allá del conjunto, la cohesión de los compañeros y el hacer jodidamente bien lo poco que sabíamos hacer.
Es por ello que me ha salido tener que escribir este pequeño agradecimiento por todo lo que ha aportado al rugby, al Club Rugby A Palos y a cada una de las personas que hemos formado parte de ello.
Gracias Paco.
