24/5/17

Club Rugby A Palos: éxito y crecimiento (I)

Formación de melé entre la UCV y A Palos - Iñaki P.T.
Una de las principales virtudes por las que un imperio se hace grande es por avanzar con paso firme y no repetir errores del pasado. Puede que el Club Rugby A Palos no tenga tal envergadura, es más, el club conquense del ovalado que compite en la Federación Valenciana recuerda más a aquella aldea de galos rebeldes contra el imperio romano que crearon Goscinny y Uderzo en sus aventuras de Astérix y Obélix. Sin embargo, los conquenses avanzan con pies de plomo y con visión de futuro para nutrir a un deporte cada vez menos desconocido.

Desde el resurgir de sus cenizas, el A Palos ha consagrado año tras año algo más que la competitividad del melón con sus vecinos del levante. Los números hablan por si solos. Desde su reaparición a base de entrenamientos en parques y "picor" de sensación por este deporte que propagaban los descendientes de aquel "Rugby Cuenca 90", los afiliados directa o indirectamente a la disciplina en Cuenca han ido creciendo. Su repunte exponencial ha ocurrido como cuando sucede en otros deportes: al alcanzar la gloria de conseguir un título.

La proclamación como campeón de la 3ª Territorial Valenciana ha impulsado de sobremanera los afiliados a la causa del melón en la ciudad de las Casas Colgadas. Basta un simple rápido a esta gráfica para ver el salto encomiable de una temporada para otra:

Número de socios (afiliados + jugadores federados) del C.R. A Palos por temporada

La temporada 2015/16 fue la antesala a un crecimiento excepcional de afiliados al rugby conquense y en ello influyeron varios factores. El primero es el éxito deportivo, una labor que llevaba trabajada desde años atrás por los componentes y ayudantes del cuerpo técnico conquense. El segundo es una voz de llamada, una alerta que haga saber al resto de población que existe un equipo de rugby en Cuenca, y que proclame su gran estado de forma actual. Y tercero, y más importante, un trabajo que rompa con los 'falsos mitos' y 'miedos por desconocimiento' que muchos asimilan con este deporte. Esa temporada 2015/16, el club potenció su presencia en redes sociales y abrió su propia página web, que no sólo elaboraba crónicas de partidos, sino que además registraba toda actividad fuera del campo como labores sociales (campañas de donación de sangre, juguetes, banco de alimentos, etc), charlas de iniciación en colegios, estadísticas y otras noticias. A todo ello había que sumar la inestimable ayuda que prestaban otras personas como Iñaki Pardo Torrijos o Jesús García Palomares como fotógrafos del club.


En este caldo de cultivo se produjo el salto de socios que el club experimentaría en esta temporada batiendo todos los récords: 168 afiliados o socios, de los cuales 31 representan como federados al primer equipo. Gran parte de tan alto número se obtiene de la creación de una base potencial de jugadores que garantice la "regeneración" de rugbiers y no repita el fracaso de intentos anteriores. Este es un proyecto del que, de seguir en esta vía, asegurará un brillante futuro al ovalado en Cuenca y del que hablaremos largo y tendido más adelante.

El capitán del "A Palos", Guille García, levanta el trofeo de campeón de 3ª Territorial - Iñaki P.T.


Algo más de historia...

Antes de tomar parte en ese salto hacia la cumbre, hay que rememorarse unos años atrás. En el 2010, cuando los amantes de este deporte aún no se habían aunado como institución, la veintena de rugbiers conquenses repartían gastos de alquileres de campo y. poco a poco, iban consolidando los primeros pasos de un nuevo rugby en la ciudad.

Un año más tarde, pese a seguir fuera de la competición federada, el XV jabato jugó más de 10 amistosos donde cada uno ponía de su bolsillo lo necesario para hacer realidad un poco más este deporte. Hasta mitad de temporada, primavera de 2011, no contaron con las primeras camisetas oficiales ni patrocinadores. El equipo y seguidores se amontonaban en torno a las 40 personas que costeaban a partes el precio de los autobuses para los desplazamientos, terceros tiempos y otros gastos.

La historia del A Palos avanza un paso más al siguiente año cuando, en consideración del curso anterior, se establece una cuota fija para desplazamiento y alquiler de campos. Se seguía jugando amistosos y se vio como el compromiso de practicantes de este deporte era abundante (de ahí que se registren un total de 38 jugadores federados), ello dio pie a continuar la estela hacia la institucionalización federada.

El C.R. A Palos se federa como equipo de rugby en la Federación Valenciana el la temporada 2012/2013 con un total de 33 fichas federadas. A estos jugadores se unieron muchos otros (80) que participaban en sesiones de iniciación, entrenamientos junto al equipo, participantes en amistosos, los primeros jugadores de categorías base y del equipo femenino. El ímpetu continuó el siguiente año y en la misma línea, con la celebración especial de los campus de verano para seguir disfrutando del ovalado en época estival.

Pero tras varios años, el C.R. A Palos comienza una pequeña recesión de 2014 a 2016 (95 y 94 socios respectivamente). Mientras que a nivel federativo las fichas se mantienen (31 por temporada) y el trabajo de Pancho Almagro en primera instancia, y Paco de la Cruz más tarde, van mejorando día a día el nivel y el potencial de los representantes conquenses en el terreno valenciano, por otro lado los socios descienden en casi una veintena durante estos dos años con respecto a 2013.

Pero al final de la temporada 2015/16 el "A Palos" consigue el título de campeón de tercera territorial y el ascenso de categoría. El rugby aumenta su representación en la ciudad gracias a que el trabajo combinado de la comunicación junto a los logros deportivos, lo que le hacen ganar una repercusión más que merecida que se transforma y refleja en celebración de torneos de Seven, promoción de torneos de categorías base por Castilla-La Mancha y reconocimiento también en la Federación Valenciana por rivales y amigos.

Todo ese trabajo anima a cada vez más seguidores, y cada vez más jóvenes, a ser partícipes del "embrujo" del balón ovalado. Pero no sólo el éxito deportivo o la repercusión social han tenido que ver en esto. Ya desde años atrás y de manera paralela al club, varios de sus integrantes realizan una ardua labor para consolidar el rugby en Cuenca para el día de mañana, algo que conoceremos en el próximo capítulo.





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