27/7/18

Errores puntuales

Luis Ayllón da indicaciones a sus jugadores en uno de los descansos del partido ante el Getafe / Mario Gómez


Cuando Luis Ayllon termina su segundo partido de pretemporada donde el Getafe le mete 0-5 y declara que "no han sido inferiores a su rival en el juego salvo por errores puntuales", me hace pensar en la insconsciencia del valiente y en que, si hubiera hecho caso a mi madre y hubiese terminado ADE, lo mismo estaría vendiendo preferentes sin remordimientos, pero cometí tres o cuatro errores puntuales.

Ayllón me parece, a rasgos exagerados, un Luis Enrique 'amable' que quiere salir del armario en el que se agolpan los defensores del "juego al toque" como Guardiola o Setién, figura esta última por la que Luis siempre ha dicho sentir admiración, y así trató de registrarlo una pretemporada más.

La salida del balón del Conquense me recordó a mis entrenamientos de fútbol sala de salida de presión desde saque de puerta. Nada de utilizar mi brazo de lanzador de balonmano frustado y colocar la bolita en la inmediación del area contraria, pase corto y de aquí se sale con dos paredes o prepárate para contrataques tan cortos y rápidos que parecerá que atraviesan una zona sensible de tráfico regulada por lectores de matrículas. 

Poco resumen más hago. Entre el empecinamiento del Conquense de ser el Betis castellano-manchego ante todo un Primera División que no quería milongas, imperó el 'patadón y a correr' digno del futbol modesto y 'de pugna y barro' tan típico de Tercera y Segunda B, por medio de Jon Vega y Fran Simón como pareja de centrales. Dos 'rocas' que se resquebajaron ante el 'papel' que hicieron los azulones en La Fuensanta. Era imposible seguir las reglas ante el poderío capitalino. 

Y es que el Getafe pareció pagar con rabia futbolera –y una presión tan intensa como la del pecho del presidente cuando le dijeron que "si no entra la ambulancia al campo, aquí no se juega"– el hecho de los distintos contratiempos que a día de hoy se dirimen entre la "omisión" de unos o la "falta de previsión" de otros. 'Casi ná'

Volviendo a Ayllón –y para no dar más de sí un partido donde las conclusiones las debe sacar el propio técnico, quién se encarga en estas fechas de la mejora, preparación y acondicionamiento de sus jugadores– fue un reflejo de lo que demuestra desde su llegada. De un carácter y valentía capaz de contestarle a todo un presidente enfurecido con una plantilla de juveniles que 'no son merecedores de un escudo'. Un arrojo que otros tacharíamos de ingenua osadía.

Y es que amigos, qué sería de nosotros sin unos cuantos errores puntuales.
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